martes, 13 de agosto de 2013

ETAPA 3. Villafranca de los Barros -  Alcuescar (29/07/2013)

     La etapa de hoy que se presuponía fácil, de transición, ya que era toda llana y solo subía un poco al final.... error, el tramo final se hizo durísimo.
     Como cada día dejamos el albergue a las 7 y empezamos a rodas por buenas pistas, llegando a Merida antes de darnos cuenta, en solo 2 horas. En este tramo de etapa perdí el móvil con todas las fotos que había echo hasta el momento, menuda faena. Por este motivo y para meterle aire a los amortiguadores de las bicis que sufrían mas de la cuenta por el sobrepeso que llevaban, perdimos mucho tiempo en Merida, ya que tuvimos que buscar una tienda de bicis y otra de telefonía. A pesar de todo hicimos una visita rápida a esta bonita e histórica ciudad.




     Salimos de Merida por carril bici y a los pocos kilómetros ya estábamos entrando en carriles muy buenos buscando el embalse de Proserpina, tanto el embalse como la presa son de origen romano, parece mentira lo buenos constructores que eran en la antigüedad. En la actualidad el embalse aparte de para abastecer de agua a la ciudad, esta enfocado como lugar de recreo para los habitantes de Merida y sus alrededores, ya que a su alrededor tiene numerosos chiringuitos y todos los servicios necesarios para que las personas que van a pasar sus ratos de ocio tengan todo lo necesario.
     Caminito adelante por carreteras secundarias sin trafico y caminos en buen estado y sin darnos cuenta llegamos al Parque Nacional de Cornalvo, bonito lugar, al cual le están recuperando los caminos, por lo que eran bastante anchos y en buen estado salvo por la gran cantidad de tierra suelta provocada por las obras, lo que dificultaba muchísimo  nuestro avance, pero despacito y sin prisa nos fuimos adentrando en una zona de sierra baja, por lo que a ratos el camino se empinaba en pequeños pero fuertes repechones con piso de piedra suelta que nos obligo a aplicarnos con el manejo de las bicis para no irnos al suelo.
     Faltaban unos 15 kilómetros para llegar a Alcuescar y por los motivos anteriormente expuestos junto con el asfixiante calor que empezaba a hacer a esas horas la etapa se estaba poniendo  pero que muy dura.
     Sufriendo cada vez mas, llegamos a la Cruz de San Juan, lugar en el que decidimos dejar las piedras que llevábamos de nuestras familias, para, según la tradición, dejar atrás todo lo malo acumulado hasta ese momento.
     Cada vez en peor estado físico seguimos adelante, menos mal que quedaba poco ya, y por fin llegamos a Alcuescar, que nos recibe con una prolongada cuesta pera entrar en el pueblo, larga pero no con mucha inclinación, pero con la kilometra que llevábamos encima y la calor de esa hora de la tarde nos hace sufrir todavía un poco mas.
     Tan quemaitos llegamos en este día que incluso antes de buscar el albergue nos metimos en un bar donde compramos pan y dimos cuenta de una buenísima chacina que trajimos desde Merida acompañándola claro esta con una cervecitas fresquitas.
     Hoy el albergue la casa de la beneficencia de los Esclavos de María y los Pobres, un lugar donde acogen a personas enfermas y que no tienen nada en la vida y los cuidan de la mejor manera posible para darle una vida mas agradable y en las mejores condiciones posibles.
     Aquí conocimos a Yolanda, la hospitalera, una chica vasca pero enamora de Sevilla ( su intención es poder vivir algún día aquí), atenta y simpática que nos recibe de forma superagradable, lo que reconforta bastante cando se llega en tan mal estado físico. Nos instalamos, ducha, siesta y aya recuperados visita al pueblo, que aparte de un bonito parque donde tomamos unos refresquitos  bien "aliñados", es feo de narices. Para cenar  nos fuimos a un bar junto con Yolanda y Carlos, un chaval sevillano de 18 añitos que va por su tercer camino. Tras una buena cena y una mejor sobremesa a la camita que mañana nos queda mas camino que recorrer

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