jueves, 15 de agosto de 2013

Etapa 4ª. Alcuescar - Galisteo (30/07/2013)

     Hoy nos levantamos mas temprano que normalmente, ya que en este albergue "tocan diana" a las 6 o antes. Como cada día el mismo ritual, moillot y culotte puestos, recoger todos los bártulos, ir por las bici, etc, pero este día fuimos a desayunar con Carlos, el chaval de Sevilla, y con 2 italianos que nos encontramos ayer por el camino y estaban sentados debajo de una encina muertos, que también hicieron noche en el albergue, junto con ellos también pernoctaron 2 alemanas, madre e hija, que empezaron el camino ayer e hicieron 50  km. del tirón, para abrir boca, y como no podía ser de otra forma la pobre de la hija no se podía mover, además de un búlgaro que lleva 20 años asentado en Lepe, que empezó también ayer el camino pero el en bici por carretera y se metió 130 km. con una bicicleta híbrida, muy pesada y muy cargada y en nada preparada para hacer esos kilómetros, lo que provoco que llegara agotado,  y por esa causa imagino estuvo toda la noche vomitando, posiblemente con fiebre, se levanto fatal, no se tenia en pie, al verlo, Yolanda, la hospitalera, le ofreció la posibilidad de quedarse 1 día mas pero tenia que ir al medico, pero el hombre es el tío mas cabezon del mundo y por mas que lo intento,  el tio marcho y ya no hemos vuelto a tener noticias de el en todo el camino.
     La etapa de hoy fue bastante dura ya que había muchos caminos en obras que nos obligaban a desviarnos algunos kilómetros y otros estaban en muy mal estado.
     Hoy teníamos previsto finalizar el Grimaldo, lo que daba unos 85 km., pero nos encontrábamos bien físicamente y pensando que la etapa de mañana es muy larga, decidimos terminar el Galisteo, unos 20 km. mas.  A pesar de esto, la primera parte de la etapa fue bastante rápida, ya que los caminos estaban bastante bien y había muchos tramos que tuvimos que hacer por carretera. A las 9 de la mañana  ya estábamos en Caceres donde desayunamos, algunas fotos en su casco histórico, sello a la credencial y palante.







 
Tras reponer fuerzas, poco a poco fuimos avanzando pasando pueblos y una gran diversidad de paisajes, desde dehesa hasta sierra, cruzando el río Tajo, etc, y con esas y por un camino peligrosísimo, con subidas y bajadas constantes y muy empinadas, cortadas por trialeras, piedras suelta y todos los obstáculos que os podáis imaginar llegamos a Cañaveral, y entre el cansancio en si y la tensión provocada por tener que ir por los caminos mencionados antes llegue fatal, literalmente muerto.
      Paramos en un bar y tras dos cervezas, dos coca colas y cuatro tapas que nos sirvieron de almuerzo junto con un rato de descanso hicieron que me recuperara y seguimos adelante los 30 km. restantes hasta llegar a Galisteo. El tramo este fue bastante rápido ya que el final de etapa era casi todo en bajada, pero con un calor de coj****, lo de siempre, buscar el albergue y... sorpresa, cerrado por desinfección, todos los palos de sombrajo se nos vinieron encima, ¿y ahora que?, preguntamos en un bar y por suerte la parte de arriba es una pensión, ¿mismo precio que el albergue?... pues aquí nos quedamos.
En el bar había comiendo 4 ciclistas vascos que también se quedaron en la pensión,  mas tarde llegaron otros 3 que venían de Utrera y otra pareja mas que tuvieron que marchar porque ya estaba completo, 10 km. mas con un calor pa morirse, pero es lo que hay.
Como hoy ya habíamos comido en Cañaveral, pues duchita y una gran siesta. Ya por la tarde fuimos a visitar el pueblo, no esta mal, visitamos la farmacia para comprar protector solar y algo para aliviar las quemaduras ya que hoy el sol nos dio de lo lindo y terminamos bastante churruscaditos. El recorrido por el pueblo termino en el bar de la piscina y ya nos quedamos hasta la cena, ya que nos estábamos divirtiendo bastante, porque la camarera estaba como una cabra járta papeles, que chiquilla mas loca, se paso media hora intentando coger una polilla por todo el bar, se subió en la barra, los botelleros....., al final la pobre polilla murió, cuando termino el turno salio corriendo como alma que lleva el diablo y se pone a jugar al fútbol en una pista que había en el recinto y por supuesto que si había que saltar una tapia porque el balón se embarcaba era ella la que la saltaba, en fin mahára perdía que estaba.
En fin, así tras pasar un buen rato y después de una muy buena cena, ya sobre las 11  de la noche, bastante tarde, nos retiramos a descansar, ya que mañana nos queda mas camino que recorrer

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